jueves, enero 24, 2008

Breve Resumen, del Pesimismo Real plasmado en cuentos Hasta un gran Escritor LatinoAmericano.



El Llano en llamas está compuesto por quince narraciones, la primera es


“Macario”, que para Rodríguez Alcalá parece ser una alegoría de los males, de los apetitos bestiales y de los terrores del ser humano en el planeta hostil que habita.


“Nos han dado la tierra”, para el mismo crítico, es la dramatización de la frustración de cuatro ex revolucionarios a quienes la reforma agraria les distribuye cierta cantidad de tierra reseca, estéril e inútil para la labranza, lo cual constituye una crítica directa para el gobierno que, de cierta manera, hace burla de la difícil situación por la que atraviesan los campesinos.


“La Cuesta de las Comadres” se narra un episodio que trabaja magistralmente el ciclo de violencia.


“Es que somos muy pobres”, el tema de la esperanza emerge desde un subsuelo inundado de pobreza, desgracia y de un predecible para la hija menor de una familia campesina.


“En la madrugada” y “Talpa” desarrollan los temas recurrentes en Rulfo, como el incesto, el homicidio, el dolor de la culpa y la religiosidad mal entendida.


“El llano en llamas” es el relato más extenso de la compilación y también abarca los temas del homicidio, las atrocidades, los incendios, los raptos, etc.


En “¡Diles que no me maten!” se trabaja el tema de la venganza tardía pero despiadada;


en “Luvina” se muestra un escenario horrible, donde el aire y el viento son grisáceos, allí todo conduce al fracaso, y la ironía juega un rol muy relevante.


“La noche que lo dejaron solo” es un relato que está situado en la época de la guerra de los “cristeros”, allí se narra la orden de ajusticiar a los tres personajes centrales del cuento, pero en el transcurso se ve que los aprehendidos no necesariamente son los culpables.


“Acuérdate” relata un incesto y un homicidio, vicios sociales latentes en el mundo rulfiano.


“No oyes ladrar los perros” presenta a un asaltante de caminos y su padre, el primero se encuentra gravemente herido. Su padre anciano carga con él a cuestas en busca de un médico que salve la vida del ladrón.


“Paso del Norte” muestra la miseria que obliga al protagonista a emigrar hacia Estados Unidos, en el intento matan a su compañero y lo hieren a él en el brazo, aquí el tema de la falta de oportunidades es de una acentuación importante.


“Anacleto Morones”, cuento donde el humor negro se combina con la falsa religiosidad, el incesto y el homicidio.


“El día del derrumbe” es un cuento donde, al igual que en el cuento anterior, la ironía cumple un rol preponderante.


Por último, “la herencia de Matilde Arcángel” presenta un instante de muerte que es matizado con los recuerdos.
En general, los relatos de El llano en llamas trabajan con los temas que encierran un sombrío pesimismo. En el inicio las cosas no marchan bien y en el desenlace acaban si no igual, peor.


SebasRiv

La Mezcla Cultural del Mundo en America, Quito


RASGOS QUE QUEDAN EN ESPAÑA DE LOS ÁRABAES

El Califato de Córdoba, también conocido como Califato Omeya de Córdoba o Califato de Occidente, fue proclamado por
Abderramán III en el 929, poniendo así fin al Emirato Independiente instaurado por Abderramán I en el 756, en la provincia de Córdoba en el sur de España.
La proclamación tenía un doble propósito. Por un lado, en el interior, los omeyas querían reforzar su posición. Por otro, en el exterior, al objeto de consolidar las rutas marítimas para el comercio en el
Mediterráneo, garantizando las relaciones económicas con Bizancio y asegurar el suministro de oro.



¿Fue buena la llegada de Europeos a América?

Para mi modo de ver fue mala porque únicamente querían hacerse ricos y lo peor de todo a costa de los indígenas.. La inquisición hizo un grave daño, hubo un retraso cultural increíble en América, también fue saqueada de una manera abusiva. Para mi manera de ver tuviéramos una cultura más avanzada si no hubiésemos sido colonizados por los Europeos, muchos conocimientos médicos, religiosos se perdieron con su llegada.
JB

lunes, enero 14, 2008

VISIÓN HISPANISTA

La Conquista de Quito

En abril de 1534, Benalcázar emprendió la conquista de Quito a fin de adelantarse a Pedro de Alvarado que había salido de Guatemala con el mismo propósito. Diego de Almagro y sus tropas siguen a Benalcázar. En mayo, Benalcázar entró a Quito y descubre una población de casi 20.000 indios que viven en casas de tierra y cangahua, cubiertas de paja. Disgustado por no encontrar oro, marcha hacia Cayambe. En el trayecto, en el Quinche, tortura y mata a varios indígenas para que divulguen dónde está la parte del rescate de Atahualpa que no llegó a Perú. Luego, decepcionado al no encontrar respuesta, se dirige hacia Riobamba. Allí, junto a Almagro, espera a Alvarado. El 15 de agosto, con el objeto de poner a Alvarado frene un hecho consumado, Almagro funda cerca de Cicalpa la ciudad de Santiago de Quito. Para acentuar los derechos jurídicos y reales de Quito, Almagro funda desde Riobamba la Villa de San Francisco de Quito. A principios de septiembre, Benalcázar sale hacia Quito para instalar el Cabildo. Allí encuentra que Rumiñahui ha incendiado el pueblo y degollado a las Vírgenes del Sol, como castigo por haber fraternizado con los españoles. Rumiñahui es capturado. El 6 de diciembre, Benalcázar funda definitivamente San Francisco de Quito en el lugar que ocupa actualmente.

LA HISTORIA DE GRANADA!!!

Granada fue el único reino musulmán que sobrevivió el empuje de los reinos cristianos del norte en el siglo XIII. Pero finalmente cayó ante el asedio militar montado por los Reyes Católicos y las intrigas político-diplomáticas del Rey Fernando, en enero de 1492. Con la caída de Granada se completó la Reconquista y se alcanzó la unidad religiosa, cultural y política de España.
El reino de Granada fue el último reino musulmán de la península Ibérica que existió como entidad política independiente en dos periodos distintos de la historia de al-Ándalus. También se le conoció como reino Nazarí de Granada.
Tras la desaparición del califato de Córdoba (1031) surgió como reino taifa bajo la soberanía berebere de los Ziríes, hasta que en el año 1090 fue conquistado por los almorávides.
El reino Nazarí de Granada se volvió a formar tras el hundimiento del Imperio Almohade. Su fundador, Muhammad I (1237-1273), pertenecía a la familia árabe de los Banu Nasr (de ahí el nombre Nazarí). Aparte de la capital, sus enclaves más importantes fueron Málaga y Almería. Finalmente, el emir granadino se convirtió en tributario de los reyes castellanos para mantener su independencia.
Entre las razones de su supervivencia a lo largo de más de 200 años se encuentran las barretas montañosas (Sistema Penibético) que lo protegían, la ayuda de los benimerines, guerreros musulmanes llegados del África, y las crisis políticas y guerras civiles de el reino de Castilla durante el siglo XIV.
Durante el siglo XV sufrió debido a las frecuentes luchas entre las familias nobles que querían el trono granadino, luchas que lo llevaron a su desaparición.
Su población era elevada, pues allí se refugiaron muchos de los musulmanes huidos de al-Ándalus ocupado por los cristianos.
Su agricultura era muy variada, siendo su principal actividad la industria de la seda. Sus artesanos eran muy famosos por la gran calidad de su trabajo. Este reino destacó por su riqueza y su importancia cultural y artística.
Su último sultán fue Abu Abd Allah (Boabdil) (c. 1459-1528), último rey Nazarí de Granada (1482-1492), hijo del rey de Granada Muley-Hacén (Abu-l-Hasan ‘Alí). Este es aquel rey que la tradición nos recuerda que lloró desconsoladamente al perder su hermoso reino.
Pese a la constante presión de Castilla, el reino de Granada logró sobrevivir como último resto del poder musulmán en la península Ibérica hasta el año 1492, en que fue conquistado por los Reyes Católicos, para pasar a formar parte de la Corona de Castilla.

L.V

domingo, enero 06, 2008

Montañas, Leyendas Indígenas

Según la leyenda indígena, dos reconocidos guerreros de los Andes, el Volcán Cotopaxi, ubicado en la provincia del mismo nombre, y el Chimborazo de la provincia homónima, pelearon durante años con erupciones constantes para poseer a la bella Tungurahua. Tras vencer, el Chimborazo se casó con Tungurahua. De la unión nació el Guagua Pichincha. Cuando llora el Guagua, la Madre le contesta. Según los nativos, esta sería la explicación de que “tras cientos de años de tranquilidad, ambos entraran en erupción al mismo tiempo”.
Los antiguos habitantes de la sierra ecuatoriana inventaron historias con las montañas, conocidas hasta este momento; a lo largo de la serranía se han tejido historias de las montañas personificadas, luchando entre sí, unas contra otras, las historias más conocidas están a continuación:

Imbabura y Cotacachi




Imbabura Urcu es el cerro protector masculino, de carácter sagrado, de la región de Imbabura. Su nombre es Taita (Papá) Manuel Imbabura. Es un hombre grande y viejo, un sombrero grande cubre su cabeza blanca. Frente a él está el volcán-nevado Cutacachi. Cuyo nombre proviene del verbo cutana: "moler, triturar, desmenuzar, pulverizar; piedra de moler", y de cachi: "sal"; puesto que en el Cutacachi hay gran cantidad de sal. El Cutacachi Urcu es el cerro protector femenino, de carácter sagrado, de la región. Su nombre es Mama María Isabel Cotacachi, una mujer ya entrada en edad.
Se cuenta que cuando Taita Imbabura era joven, empezó a salir del Imbabura (del cerro, pues este cerro es su morada) y caminaba por las noches, solo, pensando que las demás personas le iban a conocer, a ver y a criticar el por qué el Taita Imbabura tiene que salir del cerro. Como a los jóvenes que empiezan a salir de sus casas y a recorrer el vecindario y otros lugares, le decían puriqinchu ("andariego"). Caminaba, caminaba por las noches... y de pronto se encontró con la Mama Cotacachi. Caminaban juntos, pero que no podía declararse Manuel Imbabura, no podía declarar su amorío a María Cotacachi. Cuando de repente se declaró diciendo que la amaba, que la quería, y la Mama Cotacachi respondió: "Yo también desde muchos años que te conocí he estado enamorada. Pues ahora, entonces, vamos a ser enamorados". Y transcurrió el tiempo. Una vez que transcurrió el tiempo, obtuvieron un hijo. Un hijo que está a la derecha del Cotacachi, que se llamó el Yanaurcu y que está unido al cerro Cotacachi.
Entonces de este amorío entre Manuel Imbabura, un hombre grande, con sombrero grande, cabeza blanca y viejo; igualmente la Mama Cotacachi, procrearon un hijo que es el cerro.

La mayoría de los nombres de las montañas ecuatorianas tienen un significado etimológico que proviene del kichwa, algunos nombres tienen su origen en lenguas nativas que se han ido perdiendo a lo largo de la historia.



Pichincha




Por el momento es difícil encontrar el significado de la palabra Pichincha. Según Aquiles Pérez (“Quitus y Caras”, Quito, 1960) la etimología del nombre de este macizo volcánico se derivaría del Colorado: “pi, agua o río; chin de chino, llorar; cha de charri, bueno: bueno que hace llorar con agua”. Si este significado es válido, es clara la analogía con la concepción de que las cumbres de las montañas, como centros de los nublados que producen las lluvias y sus flancos como lugar de origen de los manantiales, son fuentes de vida y fertilidad. El volcán Pichincha pudo haber sido considerado “dios o diosa de la lluvia”. En América andina los volcanes con sus cráteres abiertos y activos eran reputados además como divinidades femeninas. No es extraño, por lo tanto, señalar que la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, venerada en Quito, pudo haber sustituido a la diosa volcánica primitiva, cuyo culto fue integrado en un sincretismo de la religiosidad popular católica. “La imagen de metro y medio de alto -escribe el P. Vargas (Patrimonio artístico ecuatoriano, Quito, 1972)- está labrada de un solo bloque lapídeo de las canteras del Pichincha con el encarnado a base de óleo”. Su protección se demostró, según los devotos quiteños, cuando el 8 de septiembre de 1575 amaneció la ciudad cubierta de cenizas por la erupción del volcán Pichincha; los cabildos acordaron celebrar una fiesta anual por la liberación de una catástrofe.

Esteban Aragón