El día jueves 21 de Febrero tuve la oportunidad de asistir a la función de teatro llamada el Danzante que se realizó en el templo de San Agustín de la Ciudad de Quito, en donde pude conocer algo de la historia de nuestra ciudad.
En ella se mostró como la hipocresía de la gente no tiene límites y siempre quieren alcanzar más auque para esto tengan que olvidarse de sus verdaderas raíces y se obligan a hacer un juramento de sangre en donde se renuncia a todo lo que le pertenece auque se les hacia muy difícil olvidar de donde provenían.
En la obra el autor principal era un cura de raza indígena que tuvo que realizar el juramento de sangre para así poder estudiar pero que nunca se pudo olvidar de sus raíces pues cuando escuchaba alguna tonada sus pies bailaban solitos, razón por la que fue expulsado del templo donde oficiaba una misa.
Al ser expulsado del templo se roba la figura que iba a ser vendida por la monjas y junto a la s figuras que él tallo se dedica a cuidarlas abnegadamente, esto debía hacerlo a escondidas porque en esa época el tallar era obra de gente baja (indios) y el coser estaba a cargo y era obra de las mujeres.
Este cura indígena hizo el juramento de sangre negando a sus padres, abuelos pero nunca pudo olvidar ni negar lo que fue.
Pienso que esta obra nos deja como enseñanza que siempre debemos estar orgullosos de lo que somos y tenemos, que nunca debemos olvidar nuestras raíces.
El negar nuestra procedencia es una cobardía, pues no debemos maquillarnos con polvo de arroz para parecer blanquitos ante la sociedad. Debemos recordar que no somos ni indios ni españoles sino somos el resultado de su mezcla es decir Mestizos.
En ella se mostró como la hipocresía de la gente no tiene límites y siempre quieren alcanzar más auque para esto tengan que olvidarse de sus verdaderas raíces y se obligan a hacer un juramento de sangre en donde se renuncia a todo lo que le pertenece auque se les hacia muy difícil olvidar de donde provenían.
En la obra el autor principal era un cura de raza indígena que tuvo que realizar el juramento de sangre para así poder estudiar pero que nunca se pudo olvidar de sus raíces pues cuando escuchaba alguna tonada sus pies bailaban solitos, razón por la que fue expulsado del templo donde oficiaba una misa.
Al ser expulsado del templo se roba la figura que iba a ser vendida por la monjas y junto a la s figuras que él tallo se dedica a cuidarlas abnegadamente, esto debía hacerlo a escondidas porque en esa época el tallar era obra de gente baja (indios) y el coser estaba a cargo y era obra de las mujeres.
Este cura indígena hizo el juramento de sangre negando a sus padres, abuelos pero nunca pudo olvidar ni negar lo que fue.
Pienso que esta obra nos deja como enseñanza que siempre debemos estar orgullosos de lo que somos y tenemos, que nunca debemos olvidar nuestras raíces.
El negar nuestra procedencia es una cobardía, pues no debemos maquillarnos con polvo de arroz para parecer blanquitos ante la sociedad. Debemos recordar que no somos ni indios ni españoles sino somos el resultado de su mezcla es decir Mestizos.
sebastián Carrillo
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