Tal vez un poco atrasado… pero lo encontré revisando algunos documentos listos para borrarse, lo iba a publicar anteriormente, pero nunca me decidí, por muchas razones, pero que diablos, aquí está:
Recordando lo revisado anteriormente de los oradores de la colonia, sobre todo en la poesía conceptista, recordando a una obra ya muy conocida: “A una nariz” uno de los poemas burlescos de Francisco de Quevedo parodiando a Luis de Góngora, escrito en el siglo XVII, como también son muy importantes su “oda al sueño”, “letrillas llenas de donaire”, “jácaras o canciones de malevaje” y sus “sonetos eternos”. La poesía conceptista caracterizada especialmente por ser de contenido, usando la palabra al servicio de un contenido conceptual o emocional.
Aquí presento un intento de soneto (técnica muy antigua) de rasgos conceptistas, a propósito del tema de Pablo Palacio revisado en clase, con características de personajes grotescos y lugares lúgubres y oscuros.
Hace tiempo un pobre niño existía
Un fenómeno gigante y muy fuerte
Su madre solo le deseaba muerte
Desde lo alto lanzó esa porquería
Se percató que el niño no moría
Entonces lo abandonó a su suerte
Pero el niño creció sano y fuerte
Mas morir es lo único que quería
Subió muy alto buscando libertad
Y cuando estuvo cerca del sol saltó
Y su cuerpo se partió por la mitad
Pum! su cabeza y su cuerpo explotó
Pero nadie sintió tal calamidad
Finalmente, la libertad alcanzó
Esteban Aragón
domingo, abril 27, 2008
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